martes, 19 de julio de 2011

Inflación y revolución

Venezuela: Inflación y revolución

Tremenda revolución sería respetar los derechos de propiedad y simplificar los trámites

CARLOS MACHADO ALLISON |  EL UNIVERSAL
martes 19 de julio de 2011  
Sr. Presidente, el 10 de julio Ud. dijo que era posible controlar la inflación y que "con correctas políticas se evitará la especulación de los precios", y yo estoy de acuerdo. Donde no concordamos es en el significado de una política correcta, porque la inflación es alimentada por su gobierno y sus políticas erradas. En junio, para no ir muy lejos, la cifra fue 2,5%, pero en la comida llegó a 3,3; una cifra superior a la inflación anual de los países capitalistas y de algunas naciones del tercer mundo.

Son revolucionarios En efecto, la inflación en el Imperio y en países donde no existe control de cambio ni de precios y cuyos Indepabis se ocupan de cosas más útiles que cerrar negocios o impedir que se construyan viviendas, suele ser baja. Esos países son revolucionarios ya que aplican, más o menos, políticas correctas. ¿Cuáles son? Pues bien, la primera es estimular la producción y abrir nuevos mercados, así la oferta de productos es igual o superior a la demanda. Aquí la comida es cara porque el Gobierno no deja en paz a los productores: les quita la tierra, los obliga a tener por lo menos 32 documentos para que un burócrata firme la declaración de finca productiva. Para transportar, procesar y vender alimentos hay muchos otros permisos y alcabalas que cruzar. Al final se produce menos y a mayor costo. Tremenda revolución sería respetar los derechos de propiedad y simplificar los trámites.

La segunda, es que el juego del poder hace que el Gobierno imprima billetes y se endeude sin medida para ganar votos. La tercera y más reciente, es que el precio internacional de los alimentos, empujado por el precio del petróleo y otros factores, ha subido. Y la cuarta, y no menos importante, es que cuando se devalúa la moneda, se necesitan más bolívares para comprar un dólar y entonces el precio aumenta. ¿Especulación? ¿Acaparamiento? La causa está en las políticas. Si la gente piensa que van a devaluar el bolívar, entonces venden más caro para reponer la mercancía. Si piensan que el precio controlado va a ser ajustado, no falta quien guarde mercancía para aprovechar el nuevo precio. Especulación y acaparamiento son consecuencias socialistas del control de cambio y control de precio. Si usted dejara más libertad a la economía no habría incentivo para acaparar. Eso sería una revolución.

Privilegiados Revolución habría si cualquier ciudadano pudiera importar, la competencia entre ellos abarataría los precios, pero como sólo algunos privilegiados reciben los permisos, pues entonces se estimula la corrupción y aumentan los precios. Usted dijo en un discurso que iba a importar vehículos y a venderlos a unos 45 mil bolívares en lugar de cien mil o más: por favor, resérveme uno, porque un carrito de 10.000 dólares cuesta aquí entre 20 y 30.000 unidades del Imperio y uno bien dotado, allá cuesta $25.000 y aquí cerca de $100.000. Por eso es que un kilo de tomate, en muchos países del continente cuesta un dólar y aquí pagamos cuatro. Por eso, Sr. Presidente, es que hay tanta pobreza en el país.

martes, 5 de julio de 2011

Libertad

Libertad
En el bicentenario de la Independencia
Al pobre casi siempre quien le conculca sus derechos fundamentales es el Gobierno

CARLOS MACHADO ALLISON |  EL UNIVERSAL
martes 5 de julio de 2011  
Sr. Presidente, sabemos que a usted le gustan las frases célebres y las citas. Cuántas veces no hemos escuchado, siempre a su conveniencia, lo dicho por algún conocido personaje, en particular Simón Bolívar. Pues bien, Víctor Hugo, el famoso escritor francés dijo en una oportunidad que la libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho. Montesquieu, un siglo antes señaló que "los países no están cultivados en razón de su fertilidad, sino en razón de su libertad".

Defensor

Creo que Bolívar dijo alguna vez: Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del Gobierno. Es defensor de su libertad ¿Entonces, por qué tanto afán para limitar, en aras de su revolución, cuanta libertad ha ganado nuestro pueblo a través del tiempo? La respuesta no parece ser otra que el poder, condición por el que tantos hombres han estado dispuestos a sacrificar a otros, en aras de una supuesta libertad. ¿Es eso lo que le ha estado pasando? Si en efecto lo es, recuerde lo que señaló Gandhi en una oportunidad: La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad. Gandhi había visto cómo la palabra libertad se empleaba para someter a otros seres humanos y darle un barniz de nobleza a crímenes terribles.

Sus seguidores repiten, cada vez que algún horror ocurre en Venezuela: "Existe libertad de opinión, pero esa debe ejercerse con responsabilidad" y la fulana responsabilidad no es más que la torcida censura de organismos públicos o tribunales. Escuchaba a un periodista, fiel seguidor suyo y justificador de oficio de cuanta violación a los derechos fundamentales ocurren aquí, hablar sobre la "moral y ética" de los periodistas, porque para él, ético y moral es todo acto revolucionario, e inmoral o desestabilizadora, cualquier crítica a la gestión de gobierno.

Amenaza

Otro alto funcionario, amenaza a los medios por difundir, filmar, obtener testimonios y opiniones sobre lo acontecido en El Rodeo. Unos diputados quieren una ley para enjuiciar los crímenes de 1958 a 1998. Si el amor a la justicia anima su código de ética, entonces incluyan también a los responsables de los 500 muertos anuales en nuestras cárceles, a los que causaron 1.500 muertes extrajudiciales en los últimos diez años y a los que han mantenido al 70% de los venezolanos viviendo entre la pobreza, la basura y la inseguridad personal.

El pobre...

Señor Presidente, el pobre nunca es libre, vive sometido y limitado, y casi siempre quien le conculca sus derechos fundamentales es el Gobierno. Un modo de hacerlo es debilitar los derechos de propiedad, otra, mantener una economía inflacionaria, un tercero es obligarlo a vestirse de rojo para comer y la puntilla, la inexistencia de justicia y seguridad social. Haga lo que decía Bolívar, defienda la libertad, no la suya o la de sus amigos, sino la de todos los venezolanos.

Entrevista el 27 de junio El Universal

"La agricultura no figura entre las prioridades del Gobierno"
"Venezuela tienen la superficie suficiente para llegar a ser un mediano exportador y generar riquezas " "La estatización ha sido el principal factor de atraso y avanzar hacia un modelo ineficiente "
Machado Allison considera que todavía hay tiempo de rescatar la productividad nacional y convertir a Venezuela en un país exportador

 MANAURE QUINTERO


ANGIE CONTRERAS C. |  EL UNIVERSAL
Uno de los principales problemas de la agricultura nacional es el estancamiento de la productividad, que se evidencia desde hace nueve años en los rendimientos por hectárea que registran actualmente los principales rubros del país.

A juicio de Carlos Machado Allison, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), el estancamiento de la producción es consecuencia de las erróneas políticas públicas que han sido aplicadas a la agricultura, y así lo plasma en su quinto libro denominado La crisis de la agricultura en Venezuela: tecnología y fracaso de las políticas publicas; donde señala, entre otros planteamientos, que el escaso financiamiento para la investigación y transferencia de conocimiento a los agricultores han jugado en contra del desarrollo del aparato productivo.

Considera que el Gobierno no ha hecho un esfuerzo importante en materia de ciencia y tecnología. "Se aprueba la Locti que establecía que las empresas hicieran transferencias económicas para la contratación de servicios o financiamiento de proyectos de investigación y transferencia de tecnología, pero a los 3 años fue modificada, y ahora esos recursos van directo al Estado; y es él quien decide cuáles son las prioridades. La agricultura no figura entre las prioridades para el Gobierno".

- Si el Estado mantiene como premisa la seguridad y soberanía agroalimentaria, ¿cómo es que la agricultura no es una prioridad?

- Ellos tienen como prioridad la alimentación. En esta década el país ha venido produciendo cada vez menos, y viene haciéndolo con menos eficiencia, lo cual significa mayor costo. Cuando la producción no es eficiente resulta más costosa. Y ese es el papel que tiene la tecnología en la producción: abaratar costos y hacer más eficientes los procesos.

En el libro comparo el gran éxito que están teniendo países como Brasil, Argentina Paraguay, Perú, Colombia y países de América Central, que aplicando tecnología y políticas adecuadas sobre la propiedad cada año exportan más, obtienen divisas y generan empleos por esa vía. Venezuela no es un país pequeño. Es cierto que no tenemos los mejores suelos del mundo, pero tenemos una superficie suficientemente grande como para ser un exportador mediano, y con eso generar riqueza en el país.

- En materia de tecnología, ¿qué tan tecnificada está la agricultura venezolana?

- Bastante. Venezuela tuvo un crecimiento muy importante desde el punto de vista de su eficiencia tecnológica en la década de los 90. De 1.500 kilos de maíz por hectárea pasamos a 3.500 kilos por hectárea en una década, un incremento superior al 100%. Los últimos siete años seguimos atados a esos 3.500 kilos. Lo mismo está ocurriendo con el arroz, tuvimos crecimiento de 5.000 kilos por hectárea, lo cual internacionalmente es competitivo, pero estamos pasmados, y los productores tienen cada vez más dificultades para acceder a insumos más eficientes, modernos y menos tóxicos.

Otro ejemplo del atraso tecnológico es la prohibición establecida para el cultivo de variedades transgénicas; y además nos vamos desvinculando de las principales corrientes de ciencia y tecnología con los países desarrollados y vamos construyendo una trama de relaciones con Irán, Siria, Bolivia, Nicaragua y Cuba, países increíblemente atrasados en esa materia.

- ¿Cómo ha sido el fracaso de las políticas públicas y qué efecto ha tenido en el agro?

- La estatización ha sido el primer factor de atraso. La ideologización del proceso, avanzar hacia un modelo ideológico de corte socialista que ha demostrado ser terriblemente ineficiente; la colocación de personal con escasa capacidad en cargos críticos en el sistema productivo nacional. El Gobierno ha fracasado en la política del control de la inflación, porque al no permitirle al sector privado aumentar la producción tenemos una situación de inflación. Ahora el Gobierno tiene que enfrentar un problema de crecimiento de los precios internacionales, y para traer la misma cantidad de comida deberá erogar una mayor cantidad de dólares; por el contrario, Brasil, Argentina y Perú se están beneficiando de los altos precios internacionales, así como Venezuela lo hace con el petróleo.

- ¿Cuáles serían esas políticas que se deben aplicarse para sacar al sector agrícola del estancamiento en el que se encuentra?

- Lo primero es cambiar al Gobierno. Difícilmente va a cambiar, y todo el mundo le ha aconsejado, incluyendo la FAO, que tiene que aumentar la producción, la productividad, depender menos de las importaciones y el Gobierno hace todo lo contrario. No pareciera que en lo que resta de la actual gestión vaya a haber un cambio en las políticas. La única forma viable de que esto cambie es tener un Gobierno mucho más liberal en lo económico, eficiente, que cree una legislación que garantice los derechos de propiedad para que la gente haga inversiones de largo plazo, que sea menos intervencionista, que se ocupe de gobernar y mantener la infraestructura en buenas condiciones y que deje la producción a los que saben hacerlo. En Venezuela hay gente que sabe producir.

- ¿Todavía se puede rescatar la productividad?

- Hay una oportunidad enorme, tan grande como lo que se ha dejado de producir. Actualmente el 50% de la carne que se consume en Venezuela es importada y quita un espacio enorme para que crezca la ganadería y recuperar la posición que tenía hace cinco o seis años; hay 3 millones de hectáreas menos de caña de azúcar sembradas, ahí también hay una oportunidad interesante. Recuperar la producción de café y llevarla a la situación donde éramos tímidos, pero exportadores, y tratar de exportarlo procesado.

Para Machado Allison el éxito que han tenido Brasil, Chile e incluso Perú en materia de agricultura, es que a pesar de la ideología de sus gobernantes le han dado continuidad a las políticas económicas de gobiernos anteriores que resultaron exitosas, mientras que en Venezuela ha sido lo contrario.