lunes, 16 de mayo de 2011

2011 ¿Buen año para la agricultura?

2011 ¿Buen año para la agricultura?

El Universal, 13 de mayo de 2011

Carlos Machado Allison

Quizás el 2011 sea un mejor año agrícola que los dos años precedentes, pero no porque haya mejorado la gestión pública, sino gracias a factores climáticos. En 2009 el país fue afectado por la sequía y en 2010 por exceso de lluvia. Ahora, tras una breve estación seca alterada por lluvias precoces, debería aumentar el volumen de la producción.

Sin embargo, como el balance se hará publico meses antes de las elecciones del 2012, es necesario decir algunas cosas. Primero, que el impacto de las leyes (tierras, seguridad y soberanía alimentaria, entre otras), el control de precios y de divisas, la burocracia y demás elementos del trasnochado socialismo, seguirán limitando la inversión de los ciudadanos que saben producir; Segundo, que existe una diferencia, 3 millones de toneladas o más, entre las cifras del gobierno y las que manejan los productores organizados. Un ministro iluminado por el optimismo o intentando congraciarse, dijo que en 2010 la producción fue de 19 millones de toneladas y que aspiraban llegar a 25 con el “nuevo” plan agrícola. Además no vale registrar el ganado brasilero como nacional en los mataderos, aunque les otorguen cédula al desembarcar. Un cuento como el de la vivienda.

Las cifras que manejan los productores, entre ellos Fedeagro, Fesoca, Fedenaga, los de arroz, de papa y hortalizas, la magnitud de las importaciones y la inflación de los productos agrícolas que fue como del 60%, nos hacen pensar que en el año 2010 la producción interna no superó l5 millones de toneladas, es decir 4 millones menos que la cifra del optimista. Si todo fuera magnífico en el 2011: crédito a tiempo, precio del maíz, arroz y la caña de azúcar satisfactorio para los productores, importante ajuste en el precio del ganado, abatimiento de la inflación, abundancia de agroquímicos y buena asesoría tecnológica, el año podría concluir con un incremento de 2 a 2,5 millones de toneladas para llegar a 17, cifra de hace una década, cuando Venezuela tenía 5 millones menos de bocas que alimentar.

Para que la producción por habitante retorne al mejor año del actual gobierno (2008), debe aumentar en 80% la producción de maíz y arroz, en 50% la de caña de azúcar, 20% la de leche y un porcentaje importante en frutas, hortalizas, café y oleaginosas. “Saltar” a 25 millones en un solo año, requeriría el mayor milagro agrícola visto por la humanidad o ¿el ministro estaba pensando en el 2030? El gobierno se ahorcó en su propia soga, trató de arruinar a los productores y a la agroindustria con la política inflacionaria y ahora no quiere ajustar los precios de acuerdo con la misma. Ahora que los precios internacionales han aumentado, no le queda más remedio que seguir endeudándose para pagar la factura de las importaciones, subsidiar al mercado interno y erogar mucho dinero para cubrir el fracaso financiero de las empresas nacionalizadas o creadas por el gobierno.

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