martes, 21 de diciembre de 2010

Miedo e indignación

Miedo e indignación
Reconozco que tengo miedo ¿cómo no tenerlo? Lo comparto con millones, los amenazados cada día
CARLOS MACHADO ALLISON |  EL UNIVERSAL
martes 21 de diciembre de 2010  12:00 AM
Es probable que muchos lectores estén hartos de escuchar, "yo protesto", "hay que acudir al TSJ", "debemos denunciar este atropello""hay que hacer algo""la oposición no tiene garra" y otras frases similares. Manuel Caballero, que honra le hizo a su apellido manteniendo sus principios, rectificando cuando lo estimó adecuado y escribiendo sin cesar, sólo pudo ser silenciado por la muerte. Prematura, porque a los 79 años aún tenía mucho que aportar a la historia de Venezuela, la transcurrida y la que aún no habíamos vivido. Don Manuel tuvo bien claro qué clase de gobierno, se dieron, por desgracia, los venezolanos hace más de una década. Utilizó calificativos, fuertes y precisos para describirlo y criticarlo. Algunos que nunca me atrevería a emplear, a pesar de compartirlos. Mi falta de atrevimiento no tiene nada que ver con lo que pienso, tiene que ver simple y llanamente con el miedo. 


Amenazados 


Reconozco que tengo miedo ¿Cómo no tenerlo? Lo comparto con millones, los amenazados cada día. Con profesores y estudiantes universitarios, con empleados y dueños de los medios de comunicación, con productores agrícolas, con ejecutivos que tienen éxito al margen del Gobierno, con los habitantes de los barrios, con propietarios de apartamentos y constructores de los mismos. Comparto el miedo con los que piensan que es más importante ser un individuo que apéndice de una comuna o integrante de una secta. Lo comparto con padres y abuelos que viven la incertidumbre de lo que ocurrirá con sus hijos y nietos bajo la barbarie que se va perfilando a través de ésta hemorragia de leyes, que violan la Constitución y los derechos humanos impiden la posibilidad de vivir en paz y crecer a través del trabajo honesto y constructivo. 


Armados 


¿Cómo no tener miedo frente a un déspota uniformado, rodeado de sumisos seguidores armados hasta los dientes? ¿Cómo no temer a la policía y a la justicia plegada a la voluntad de un solo hombre con la perversa habilidad de haber marcado su gestión con el encarcelamiento, la persecución o la confiscación de bienes para amedrentar a los venezolanos? Entre sus víctimas, policías, una juez, políticos, militares disidentes, dirigentes sindicales, estudiantes, periodistas, dueños de medios de comunicación, ejecutivos de las finanzas y habitantes de barrios. Son un mensaje a la sociedad de lo que es capaz de hacer si nos oponemos. Nos recuerdan cada día a los 20.000 empleados de Pdvsa, al destino de los millones que firmaron y aparecieron en la Lista y luego se les negó el derecho al trabajo. Con una nueva ley de universidades, otra de ciencia y tecnología, cambios en la de telecomunicaciones y las relativas a la propiedad, el Gobierno estrecha el cerco a la libertad y, naturalmente, tenemos miedo. 


Con Manuel Caballero vamos a meternos el miedo en un bolsillo y seguir escribiendo porque este país no puede ser tan malo que prefiera el cañón de un rifle a la punta de un bolígrafo, o un uniforme a la sonrisa de un niño. 

Venezuela: protestan por leyes socialistas

Los productores del Sur del Lago, donde fueron confiscadas más de 40 fincas productivas y los del estado Táchira, donde el gobierno ha amenazado con hacer lo mismo con otras 200, protestaron ayer acompañados por los diputados electos de la oposición. La propiedad privada en Venezuela se encuentra seriamente amenazada.


Zulia y Táchira son esencialmente estados ganaderos y entre ambos estados dan cuenta de más del 50% de la leche y la carne producida en el país. Táchira también es productor de hortalizas y Zulia de plátanos y otros rubros tropicales. En la última década los índices de producción agrícola y de alimentos de Venezuela se encuentran entre los peores del continente y la inflación en alimentos, es la mayor de todos los países. La política agroalimentaria del gobierno ha sido un fracaso y de las 3,2 millones de hectáreas confiscadas, menos del 3% producen algo y lo hacen mal. Por otra parte el Estado venezolano posee no menos de 15 millones de hectáreas adicionales.


También en Caracas hubo protestas, unas por parte de los estudiantes que se oponen a la nueva ley de universidades, que elimina la autonomía y hace compulsorio que nuestras máximas casas de estudio dirijan sus actividades hacia la construcción del socialismo. No fueron los únicos, también hubo protestas por parte de los buhoneros en el centro de Caracas y distintas organizaciones manifestaron su rechazo al paquete de leyes. Entre ellas, los partidos políticos de oposición, diversas ONG´s nacionales y del exterior. De acuerdo a su conformación, las protestas estuvieron dirigidas contra la ley habilitante, la de universidades, aquellas que limitan la libertad de expresión y asi, sucesivamente.


No habrá para los venezolanos ni una feliz navidad, ni un próspero año 2011.