martes, 6 de abril de 2010

Venezuela: Ajuste de precios en lácteos


El gobierno anunció un nuevo ajuste de precio para los productos lácteos. El mismo aumenta el precio de algunas presentaciones entre 20 y 35% preservando la política de mantener los precios congelados durante cierto tiempo y luego, cuando ya los productores primarios, procesadores y distribuidores ven severamente afectados sus intereses y se presentan episodios de desabastecimiento, se realizan cambios bruscos en los precios. Tales saltos no vienen acompañados por incrementos salariales proporcionales que de hecho son casi imposibles en una economía en recesión


Cuadro: Índice internacional de precios de los principales productos (FAO, abril de 2010).

Estos cambios no reflejan necesariamente las tendencias en los mercados internacionales, sino los problemas macroeconómicos del país sumados a la inseguridad sobre la propiedad que limita las inversiones a largo plazo.

Así, a lo largo de la última década la inflación en alimentos ha sido enorme y superior a la de otros bienes y servicios. Por otra parte la regulación de precios de algunos productos determina un incremento notable en otros. Como una muestra de lo anterior hemos cotejado los precios en supermercados del queso blanco disponible (Bs 49 y 55, en dos establecimientos) con las categorías cercanas sujetas a regulación: semiduro (Bs 20,36) y blanco pasteurizado (29,10).

En la nueva regulación el precio de los quesos amarillos oscilan entre 36,87 y 46,46 (gouda, dambo, amarillo, edam, fymbo, munster y fundido), mientras que las ofertas de mantequilla se encuentran entre 16 y 20 Bs el empaque de 200 grs siendo mayor el precio del producto nacional a pesar de la reciente devaluación del "bolívar fuerte" y la confusa situación planteada por la existencia de tres tipos de cambio con saltos entre el mínimo (2,6), el intermedio (4,3) y el máximo (por ley, inexistente e innombrable) de 100 y aproximadamente 260%.

En paralelo con el ajuste efectuado al precio de los lácteos, los productores de arroz, maíz y sorgo están demandando un incremento del precio al productor entre 30 y 40% por razones análogas, es decir por el incremento del precio de los insumos y obviamente el del costo de la vida que los afecta a ellos al igual que al resto de los habitantes. Tanto los organismos gremiales agrícolas como los de la producción animal siguen insistiendo en la necesidad de un diálogo, mientras el gobierno actúa unilateralmente y los consumidores sufren la mayor inflación de América Latina.