domingo, 10 de enero de 2010

Devaluación, alimentos y política





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Los venezolanos reciben el nuevo año con la noticia de la devaluación del bolívar "fuerte", una moneda de efímera duración. El gobierno, cuya caja tambalea por falta de efectivo al iniciarse el año electoral, ha decidido crear dos tipos de cambio. El primero a 2,60 por dólar para alimentos, salud y otros bienes "esenciales". El segundo a 4,30 para el resto.


El primer tipo de cambio representa una devaluación del 20% y afectará, directamente, a casi todos los alimentos considerados como básicos, pero la segunda tasa, con una devaluación del 100% afectará a muchos componentes de la cadena agroalimentaria y por consiguiente el impacto será mayor. A 4,30 se pagarán los dólares requeridos para transporte, empaque y muchos insumos requeridos para procesar y adecuar los alimentos. Así, el pronóstico optimista del gobierno, que apunta a un impacto inflacionario entre 3 y 5% en alimentos, se quedará bien corto.

¿Por qué devalúa el gobierno en enero? Creo que la razón no es la aducida por el ministro Giordani quien señaló que ahora nuestros productores, agrícolas e industriales, serán más competitivos. Si esa fuera la intención el gobierno debería dar marcha atrás en su política dirigida a reducir el tamaño del sector privado de la economía, en aquella que debilita cada día los derechos de propiedad y la libertad de comercio. La tasa de cambio es sólo uno de los 15 o más componentes de la ecuación de la competitividad. Para que un productor sea competitivo debe contar con servicios e infraestructura adecuada, recursos financieros con bajas tasas de interés, recursos humanos, apoyo tecnológico, inteligencia de mercados, baja inflación, seguridad personal y jurídica, y más que nada, confianza. Venezuela viene siendo calificada entre los páises con peor puntaje en competitividad. La crisis de energía y agua se agudizará, por la incompetencia, en el primer cuatrimestre del año y si no recibimos la bendición, a partir del 15 de mayo de copiosas lluvias, la misma persistirá a lo largo del 2010.

El gobierno devalúa porque al haber administrado muy mal los recursos procedentes del petróleo y de los impuestos que pagan todos los venezolanos, se ha quedado sin dinero para comprar los votos necesarios para lograr mayoría en las elecciones de septiembre. Veremos pronto como se aumenta el salario mínimo y se dotan las maltrechas misiones con más recursos.

En el 2010 seguirá la inflación, la comida será más cara, la inseguridad personal persistirá, las operaciones turbias en torno al "dolar guiso" como algunos lo han bautizado, pues también segurirán aumentando. La economía entró en "estanflación", es decir que no sólo no crece, sino que además todo cuesta más caro cada día que pasa.